sábado, 20 de junio de 2009

Un nosotros.

Puag. Se había enamorado. Lo sabía, la conocía muy muy bien. Amy estaba enamorada de un tal Adam. Si, yo había pensado que, le seguí gustando Thomas. Thomas era un gran chaval, yo le tenía muchísimo aprecio. La verdad es que nos apreciábamos mutuamente.
Amy siempre había sido muy cabezota, por eso no le quise decir que enamorarse de Adam era un error.

Salí a la calle, hacía frío, pero devía pensar en algo que no fuera James, estos últimos días me había comido muchísimo el coco con él. Caminé a lo largo de mi calle hasta llegar a una tetería cercana, pedí un té, ¿Que más podía pedir?

Leía el último número de una revista bastante famosa y leída en Londres, del cual no recordaba el nombre, ya que me parecía ridículo. Alguien estaba de pie delante de mi, y me quitaba la poca luz que ya había.

-Perdona, ¿te puedes apartar? Me quitas la luz..-Dije molesta.
-Sí. Me sentaré.-La voz era dulce y sincera.
-¿Nos conocemos?-Seguí leyendo mi revista.
-¿No me reconoces Nan?-Rió.
-Mmm.-Bajé las Wy farer, delante de mi había un chico guapo y alto, al que conocía muy bien.
-¿Y bien?
-¡James! ¿Eres tú?
-Sí... te vi desde lejos y bueno, ¿quieres venir a dar un paseo?
-Cla cla claro...-Tartamudeé.

Se levantó me cogio el brazo y sonrio. No nos conociamos desde hace demasiado y nunca habíamos hablado en persona, pero noté que lo nuestro (aunque por ahora no había ningun -nuestro- ni ningún -nosotros-.) podía funcionar.

Caminamos en silencio hasta que se puso el sol. Me llevo hasta casa, feliz, y yo le iba dando indicaciones. Cuando llegamos, me dio un beso en la mejilla. Y se fue, tan guapo. (:

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